CONSEJO PARA TENER ÉXITO EN LA LACTANCIA

Uno de los principales factores de éxito con la lactancia, es comenzar a dar el pecho cuanto antes. Si es posible, en los 30 o 60 minutos tras el parto. En ese momento, el bebé está en un periodo de alerta tranquila y, por sí mismo, se cogerá de la mama en una postura correcta.

La lactancia materna es fundamental tanto para el bebé como para la madre. Aquí te mostramos una de las enfermedades más comunes en la mujer, durante y después del proceso de embarazo.

La mastitis es la inflamación de la glándula mamaria, la cual se produce como consecuencia de una obstrucción de los conductos de la leche.

Uno de los mayores temores que tienen las mujeres cuando están en embarazo, y han decidido alimentar a su bebé con leche materna, es sufrir de la temida inflamación de las glándulas mamarias.

Hay múltiples causas que pueden provocar la inflamación. Esta puede aparecer durante la lactancia o en cualquier otro momento. La más común es la mastitis puerperal que se produce durante el embarazo que es más habitual en mujeres menores de 30 años.

¿QUE PUEDE PRODUCIR LA INFLAMACIÓN?

  1. Un agente infeccioso llamado Staphylococcus aureus.
  2. La producción masiva de la hormona prolactina (que estimula la producción de la leche).
  3. Una alteración benigna del pecho.
  4. Ciertos tumores o el cáncer de mama, se pueden manifestar con mastitis.

 

CÓMO EVITAR LA INFLAMACIÓN

La mejor manera de evitar la mastitis es descansar y alimentarse bien. Cuanto más agotada estés, más susceptible estará tu organismo a las infecciones.

También, vacía tus pechos, ya sea amamantando o con un extractor, no dejes que se llenen con leche.

CONSEJO: Evita el sostén con varillas o que te quede ajustado o pequeño.

Si tienes un conducto obstruido, usa compresas calientes y masajea el área para que la leche logre salir.