Una relación próspera y saludable requiere dar y recibir, y está a tu alcance si estás dispuesto a esforzarte un poco. En las relaciones sanas, ambos integrantes trabajan juntos para hacer al otro feliz. No existe un manual que garantice una relación exitosa y que dure para siempre, sin embargo, hay determinadas actitudes que te ayudarán a construir una pareja sana y duradera.
HÁBITOS QUE NO PUEDEN FALTAR EN UNA PAREJA SALUDABLE
- Confiar en el otro y en la relación
Las relaciones más felices y satisfactorias son aquellas cuya base es la confianza implícita. Si quieres que tu relación sea todo lo que puede ser, ambos tienen que aprender a crear este tipo de confianza. Casi todas las parejas piensan que la confianza solo se da en términos de la fidelidad sexual y, si bien eso es esencial, la verdadera confianza es mucho más.
- Dale espacio a tu pareja
La confianza crea un ambiente de seguridad. El ciclo de herirse el uno al otro, ya sea verbal o físicamente, y luego rechazarlo, crea mucho miedo, lo cual socava esa confianza. Por otra parte, tratar de controlar la vida de la pareja es otro tipo de desconfianza, así que asegúrate de no depender de nadie de manera posesiva. Si no, solo se alejará.
- Dile cómo te sientes
Hay demasiadas personas que nunca les dicen a sus parejas lo que necesitan. No dejes que tu pareja imagine o trate de adivinar lo que debe hacer por ti. Es esencial que los dos hagan esto. Si solo uno se preocupa por suplir las necesidades del otro, es probable que uno se sienta asfixiado o que el otro se sienta olvidado. Ambos escenarios no son favorables.
- Ten fe en las capacidades de tu pareja
En otras palabras, si crees que esa persona no es competente en algunas cosas que hace, tu confianza no será sólida. Si este es el caso, tienes que hablarle directamente sobre los problemas de manera honesta y amorosa. Así, podrás resolverlo y mantener la confianza entre ambos.
- Dale a tu relación la prioridad máxima
Puede ser fácil dar por sentado que todo está bien y descuidar al otro. Procura no dar toda tu energía y tiempo a otras personas o actividades. Ten prioridades claras. Si estar en una relación es importante para ti, entonces asegúrate de que siempre esté en la cima de tu lista.
- Respeto mutuo, responsabilidad y límites
Las parejas felices se respetan entre sí, lo cual significa que desean escucharse el uno al otro, y aprender del otro, incluso cuando ello resulte difícil. No es necesario que entiendan por qué algo es importante para su pareja, sino que es suficiente que sea importante. Aceptan los límites del otro y trabajan para adaptarse a las necesidades y preferencias de cada uno, inclusive cuando esas necesidades o preferencias no sean necesariamente razonables.
- Buscar respaldo saludable
Las parejas felices saben cuándo es necesario aprender nuevas habilidades y cuándo deben buscar el respaldo adecuado. No se quejan sobre su matrimonio con amigos que simplemente confirmarán sus parcialidades. Buscan oportunidades para desarrollar nuevas habilidades cuando las cosas no están funcionando bien y si necesitan ayuda, la buscan de parejas maduras que conocen y aman a ambos, o de profesionales especialistas en matrimonios que tengan la capacidad necesaria para abordar sus dificultades particulares.
- Fomentar la intimidad
Todos los días debe existir por lo menos un momento para estar en pareja, aunque sea tan sólo unos minutos. Además de esto, también debemos tomar en cuenta los pequeños detalles, como el beso de “buenos días” o de “buenas noches”, el dormir abrazados, etc. Es tener pequeñas palabras de aliento o piropos para la pareja; de esta forma demostramos que nos sigue gustando y, también, que nos sigue interesando.
- Di la verdad
No te guardes nada, nada debe ser excluido del otro. Debes saber que, tarde o temprano, todo saldrá a la luz, y las consecuencias de no ser completamente veraz, matarán la confianza y arruinarán la relación.