Mantener a un gato en óptimas condiciones es un trabajo difícil, es por eso que te damos algunas recomendaciones para tener a tu gato feliz y para que seas el padre gatuno más orgulloso


 

  1. Caja de arena sucia

A veces dejamos de limpiar la caja de arena y sí, los gatos no tienen muy desarrollado su sentido del olfato, pero pueden distinguir aromas que nosotros no podemos percibir. Es por eso que mantener la caja de arena limpia será importante no solo para la higiene del hogar sino también para el bienestar de los felinos. Ellos pueden percibir sus propios olores, los cuales pueden molestarles o incomodarles al momento de ir al baño. La caja debe ser limpiada de manera periódica, es decir, se debe hacer un mantenimiento de la misma cada quince días calendario, ya que este es un espacio que tu gato frecuenta. Te recomendamos usar bicarbonato de sodio en el fondo de la caja antes de colocar la arena, funcionará como un nuevo aislante que permitirá la absorción de olores y servirá como otra capa para la retención de  la orina.
 

  1. Alimentación inadecuada

Los gatos son particularmente sensibles a la alimentación, ciertos alimentos podrían tener graves consecuencias en su salud. Algunos alimentos, que en los humanos se consideran normales para el consumo, presentan grandes riesgos para la integridad de los felinos. El chocolate, el café, el té, el tomate, especialmente los tallos y las hojas de esta verdura, son altamente tóxicos y pueden poner en riesgo el sistema nervioso de los animales. Es por eso que se recomienda asistir al veterinario, de inmediato, en el momento en que su felino presente síntomas como diarrea, vómito, temblores y convulsiones. La leche de vaca es el alimento que se debe suspender de la dieta de los gatos ya que a medida que el animal está en crecimiento, la leche se vuelve un intruso dentro de su organismo, esto puede generar, a mediano plazo, diarrea constante y problemas estomacales difíciles de solucionar.


 

  1. El baño

Los gatos, en su gran mayoría, no soportan ser bañados, pero esto tiene una explicación. La piel de los felinos es muy sensible al tacto y por ello se suele ver afectada por la temperatura del agua. Por eso, es importante bañar a su gato con agua tibia. Por otro lado, es, también, muy importante el aseo a estos animales de manera constante o periódica. Algunos expertos recomiendan hacer un baño cada ocho semanas, ya que es clave no solo lavarles su pelaje sino hacer un “ritual” de baño que permita cortarles las uñas, peinarlos y secarlos. Hay que evitar que el agua caiga dentro de sus oídos.