Carmenza Cossio es reconocida por varios de sus personajes y, además, por ser la mamá de la también actriz Mónica Lopera.
Carmenza Cossio ha tenido participación en varias producciones nacionales, como ‘Arelys Henao: canto para no llorar’, ‘La Reina del Flow’, ‘Lala´s Spa’ y ‘Loquito por ti’, entre otras.
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En MásQver hablamos con Carmencita para conocer un poco más de su profesión favorita: ser mamá.
¿El momento más difícil de su labor como madre?
La etapa de adolescentes es una etapa muy difícil de la vida, porque hay unos cambios drásticos en sus temperamentos, con la revolución hormonal, entonces quieren manejar el mundo a su manera.
Con Mónica no fue una etapa difícil, pero sí una diferente, con el paso de niña a adolescente. Me pareció que fue una etapa que requirió de más acompañamiento y de más autoridad de parte mía.
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¿La mayor travesura de Mónica?
Mónica siempre fue muy traviesa, pero cuando tenía 3 o 4 años, cada vez que le gustaba algo en un supermercado o en un almacén, y yo no se lo daba, se tiraba al piso a hacer pataleta, todo el mundo me miraba, y yo quería que me tragara la tierra. Pero las pataletas de revolcarse en el piso, más que travesuras, eran una artimaña para conseguir lo que quería.
¿En que se parece Mónica a Carmenza?
Nos parecemos en que tenemos muchas cosas afines, como que nos gustan mucho el cine, las series; hablar de directores, de trabajo de actores. Tenemos un lenguaje muy parecido en nuestras profesiones. También nos gusta mucho la moda y siempre encontramos muchas cosas que tenemos en común.
¿Qué es lo que más la enamora de su nieto?
De Pedro me enamora verlo crecer, y ver que habla muy bien el español, pese a que vive en otro país, pero es muy inteligente y es muy divertido, es un gran burletero, cuenta chistes y es encantador.
“Una vez me llamó la rectora, me dijo que quería hablar conmigo y me comentó: ‘qué pena contigo pero te voy a pedir que no vuelvas al colegio con esa minifalda que te pones, porque no hay posibilidad de que se concentre ningún papá’ ”
¿Sus proyectos para el segundo semestre de 2022?
Todos los proyectos por el momento son de teatro, voy a tener una temporada en el Pablo Tobón Uribe y voy a tener un monologo, en ‘La maldita vanidad’, en Bogotá. Este trabajo es como la vida, totalmente incierto.
¿Cómo formó a Mónica, desde su experiencia como víctima del abuso, para que no se repitiera la historia?
Todo ha sido de mucho diálogo, ese momento, que fue muy difícil y estando yo muy joven, lo guardé mucho tiempo.
Cuando ella ya era jovencita, me senté y se lo hablé, le conté cómo habían sucedido las cosas y le dije que uno tenía que fijarse muy bien quiénes eran los amigos y las personas que dejamos estar cerca de nuestra vida, ayudó mucho tener un dialogo abierto.
Yo hice una terapia a lo largo de la vida, pero qué bueno haber tenido con quién hablarlo; ahora lo puedo contar tranquilamente, así que le dije a ella que independientemente de lo que le suceda, nos puede contar lo que sea, y que cuenta con nosotros, pase lo que pase.
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