Trompetas, trombones, congas, timbales, maracas, campanas, bongós y una buena voz, hacen de la salsa uno de los géneros más románticos, fiesteros y perfectos para escuchar a cualquier hora del día.
Al pensar en salsa, la mente viaja rápidamente a diferentes lugares del mundo: Nueva York, Puerto Rico, Cuba y, por supuesto, Cali, ‘capital mundial de la salsa’. Hace más de cuarenta años, el nombre César Pagano retumba entre las mejores discotecas y entre los más recordados artistas, no solo en Cali, sino en cada rincón del país en donde suena una buena canción del género.
A los setenta y siete años recuerda con total lucidez su infancia en Medellín y posteriormente en Palmira, allí se enamoró de la música de los ‘negros’ como él la cataloga. “Hasta los tres años asimilé algo del tango del barrio Manrique, los boleros y la música colombiana que se oía, principalmente bambucos y pasillos. Nos fuimos a Palmira por cuestiones laborales de mi padre, conocí la música de los negros del Pacífico”, añadió.
César se caracteriza por ser uno de los más grandes coleccionistas y amantes del género en el país. “Tengo más de dos mil doscientas entrevistas con artistas que ya fallecieron, con los acetatos que tengo en la fonoteca y en la emisora, hay entre dieciocho y veinte mil discos de todas las épocas. He tratado de tener desde discos del 78, hasta otros de más de cien años, y algunos actuales, que son bastante costosos”, comentó.
Además, hace más de cuarenta años fundó ‘El Goce Pagano’, un bar ubicado en la carrera 13ª cerca de la esquina de la 24, aledaño al barrio Santa Fé, en Bogotá. Era el lugar ideal para aprender de salsa. Allí, César se encargaba de poner las canciones y enseñar un poco sobre la música rara y buena –como él la describe-.
Hace cinco años, ‘Salomé Pagana’ (otro lugar lleno de salsa e historia en Bogotá), cerró sus puertas, sin embargo, no trajo repercusiones negativas para César, ya que le permitió dedicarse a la escritura y a publicar libros como ‘El imperio de la salsa’, lleno de entrevistas e historia musical. “De las entrevistas que hay, me gustan las de los hermanos Palmieri, la de Ricardo Ray, la de Rubén Blades, la de Willie Colón, la de ‘La Fania’, con todas sus carencias, toda su explotación y toda la discriminación de los músicos”.
La fonoteca de César Pagano es acogedora, sus maracas, la tumbadora y el equipo con música de artistas como Eduardo Antonio López, ‘Boniatillo’, hacen de su visita algo inolvidable. “Quiero vender la colección completa, estimamos que el valor sea de mil trescientos millones de pesos, pero me gustaría que se quedara en Colombia”, finalizó.
Actualmente Colombia, Venezuela y Perú tienen el triángulo de salsa en América del Sur
Por: Andrés Chaparro