Óscar Eduardo Córdoba ha sido, sin lugar a dudas, el portero más exitoso en la historia de Colombia. En su palmarés cuenta, entre muchos otros títulos, con dos Libertadores, una Intercontinental y una Copa América. Pero ante todo, siempre ha sido un caballero. Hoy le cuenta a MásQver su pasado como arquero y su presente como motivador y comunicador. Óscar Córdoba, definitivamente, es un gigante.
Oscar Córdoba, el dueño de un récord en la Copa América difícil de superar
¿Cómo empieza la idea de ser jugador de fútbol, de ser portero?
Pues desde niño. Como todos los niños, soñamos con estar en un estadio, rodeados de gente, jugando finales. Primero, ese sueño arranca viendo un partido de la Selección Colombia contra Uruguay, me toca ver cómo Pedro Zape sale figura de ese compromiso luego de atajar un penal a Juan Morena, allá por el año 76 o 78.
¿En cuáles equipos del fútbol colombiano atajó?
Primero fue Nacional, donde juego únicamente cuatro partidos; luego fue el Deportivo Cali. Después me prestaron al Quindío 6 meses; posteriormente, me fui para Millonarios dos años y me prestaron al Once Caldas cuatro meses, después del recordado 7-3 contra Santa Fe, y, por último, me compró el América, donde duré 4 años.
¿Cómo se da la llegada a Boca?
La llegada a Boca se da, como lo cuento en las charlas, el día menos pensado. Colombia jugaba contra Bolivia y era un partido que no tenía mucho interés, pues ya habíamos clasificado al Mundial del 98. Hay ahí una atajada específica que le hago a Platiní Sánchez sobre el palo izquierdo: salto, atajó y caigo; la bola sale con una parábola hacia el palo derecho, salto dos veces y la mando al tiro de esquina.
Esa jugada, en especial, es la que me da la llegada a Boca porque en ese momento estaba compitiendo la posibilidad de llegar con José Luis Chilavert. Por fortuna, en ese partido, curiosa y casualmente, había dos «desocupados» al otro lado del continente: Mauricio Macri, hoy presidente de Argentina, y el Bambino Veira. Vieron esa atajada y les pareció que, dentro de las características que estaban buscando, encajaba para arquero de Boca.
¿La pasó mal en algún momento como futbolista?
Hay momentos donde las cosas no salen como uno espera. En Boca, mi primer semestre fue espectacular, pero el segundo no fue para nada bueno, ahí pierdo la titular de la Selección Colombia, pierdo la titular de Boca y eso me lleva a ser muy cuestionado en Argentina. Todo desemboca en la llegada de Carlos Bianchi que me dio el espaldarazo de confianza y me consolidó como el arquero de Boca, pero creo que ese fue el momento más difícil de mi carrera. En Colombia, uno de los momentos fue el 7-3, que pudo ser el final de mi carrera, y el posmundial del 94, porque nos fuimos como favoritos y llegamos como enemigos de la patria y decían cosas que para nada eran ciertas.
¿Cuál es el mejor arquero en la historia de Colombia?
Para mí, el ídolo es Pedro Zape, pero el papá de los pollitos es el Caimán Sánchez, que tapó en San Lorenzo, aunque no me tocó verlo atajar, pero si tú vas a Argentina la gente habla maravillas de él.
«Uno siente que será futbolista toda la vida, no exfutbolista»
¿Y de los que vio?
De los que vi, Miguel Calero fue el mejor arquero en todo sentido, por estilo, por carisma, por show, era un ganador. Si uno habla de Miguel Calero, inmediatamente piensa en el Pachuca, en el Deportivo Cali y en Nacional.
¿Qué recuerda de Miguel Calero?
¡Ahhh! Su buen ambiente, permanentemente, era un tipo que no estaba de mal genio, siempre dispuesto a entrenar con alegría, era un buen compañero, un tipo de un ambiente muy bacano.
¿Alguna vez pensó que iba a terminar analizando el fútbol desde el punto de vista periodístico?
No era muy descabellado, siempre me han gustado los medios y creo que el fútbol es una mesa de tres patas, donde está el futbolista, el público y el periodismo, que debe ayudar mucho al espectáculo. Analizarlo bien, comentarlo bien, y no estoy diciendo que sea el mejor comentarista ni mucho menos, solo es una forma de contarle a la gente lo que se puede sentir como futbolista, como directivo y como periodista.
¿Cómo le ha ido con las charlas de motivación que está haciendo?
Me ha ido bien, han tenido muy buena acogida en las empresas con las que nos hemos vinculado. Hablo de todos los procesos que tengo como ser humano y como futbolista, muestro cómo el fútbol está muy cercano a la empresa, permanentemente. Somos personas evaluadas en todo instante, que caminamos en un área muy delgada entre el éxito y el fracaso, hablo de cómo reponernos ante estas circunstancias. También hago mucho énfasis en la familia, cómo te acompaña y cómo afectan, el futuro de tus seres queridos y por ende el tuyo, las decisiones que tomas, entonces vamos haciendo vínculos permanentes entre el ser humano, la empresa y el fútbol.
¿Qué se ve haciendo en 5 años?
Creo que voy a seguir comunicando. En mi paso por la dirigencia del fútbol entendí que para poder realizar lo que uno desea, hay que ser dueño del equipo y yo no tengo la plata para ser el dueño de un equipo para plasmar mis ideas, o tendría que encontrar un club o un dueño que confiara 100 % en mis capacidades y en mis conocimientos, pero es muy complicado. Seguiremos con FOX, me siento
contento, cómodo, creo que la gente ha recibido muy bien el programa y se sienten muy identificados con lo que expresamos en él.
Por: Wilmar Montes