«Olé, El viaje de Ferdinand» para acabar con la tauromaquia en cine para niños

La historia de Ferdinando un clásico de la literatura americana que ya ganó un Óscar de la mano del Walt Disney vuelve como largometraje esta vez con Fox

Olé, el viaje de Ferdinand narra la historia de un toro que vive al lado de su amorosa dueña, un día es confundido por un toro agresivo y se lo llevan lejos. Allí se hace amigo de una cabra vieja, unos erizos, unos caballos y un perro; animales muy peculiares y divertidos que lo ayudarán a regresar a su casa, no sin antes pasar por un montón de aventuras.

 

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La historia, inspirada en el libro infantil de Munro Leaf llamado El Cuento de Ferdinando, ya fue llevada al cine como cortometraje en 1936 por Walt Disney y ganó el Oscar por mejor cortometraje en 1939. Ferdinando el toro, el cortometraje, cuenta la historia de un toro que no quiere estar en corridas como los demás solo quiere oler las flores y estar tranquilo. Sin embargo, se lo llevan de los campos de flores y se tiene que enfrentar a las corridas, al final Ferdinando demuestre su valentía no enfrentándose a los banderilleros ni al matador. Al final Ferdinando es llevado de vuelta al campo de flores.

La película producida por Blue Sky de 20th Century Fox y dirigida por Carlos Saldanha, director de La Era del Hielo, Río y Robots, recoge la misma esencia del toro Ferdinando de hace unos años, sin embargo, esta nueva versión de la historia tiene mucha más emotividad, gira alrededor de la amistad y es este sentimiento el que guía de los pasos del toro. Ferdinand, se vuelve un personaje más complejo que el toro que ama las flores, es un toro muy amable con quienes lo rodean a pesar de su gran tamaño y tiene una familia que desde pequeño lo acogió. Por eso es que cuando es llevado lejos, el toro hace todo lo posible por volver al lado de Nina y de Juan, su familia.

Hay momentos donde de verdad se siente la carga dramática de lo que le pasa al protagonista, hay momentos realmente emotivos. Pero la mayoría del tiempo, la película lleva un ritmo rápido donde las situaciones cómicas priman, sobre todo con los disparatados animales que Ferdinand conoce en Casa del Toro y quienes lo ayudan en su odisea.

El viaje de Ferdinand es una película simple, pero si le presta atención podrá darse cuenta de que ofrece una reflexión valiosa para nuestro tiempo; la relación que el hombre tiene con la naturaleza se ha venido abordando hace mucho tiempo. Ferdinand no quiere ser un toro de corridas, aun así tiene que enfrentarse a ese destino y combatirlo, en medio de una sociedad que está arraigada culturalmente al toreo. Es curioso que un tema tan controversial sea tratado en una historia infantil, no desde Olé, El viaje de Ferdinand, sino desde mucho antes y todavía hoy no se haya resuelto el tema del todo. El maltrato animal permanece, las corridas de toros se siguen haciendo y se justifican detrás de la tradición.

Cuando el libro fue publicado por Leaf en el 36, fue cesurado en España por la dictadura de Francisco Franco y por Hitler en la Alemania nazi, por ser considerado anarquista y atacante del fascismo al proponer que un toro fuera en contra de su naturaleza. Al parecer Ferdinand tiene que seguir enfrentándose a ese destino del cual él ha podido escapar, pero quizá muchos animales no lo hacen. Leaf creía que los temas difíciles había que explicárselos a los niños de forma que ellos entendieran. Tal vez, en medio de una sociedad que aún no cambiado del todo la mentalidad violenta, sea lo mejor mostrarle a los niños lo cruel que puede ser una practica como el toreo. No estoy diciendo que hay que convencer a los niños  de que todos los toros tienen personalidades y necesitan una familia, pero mostrar los animales con estos rasgos les permite concienciarse del tema.

En términos visuales El viaje de Ferdinand es bastante llamativa, los colores del campo, de las flores, de las casitas, de las plazas de toros y de la cultura española como tal se resaltan. La música respalda los momentos dramáticos y los divertidos cuando tiene que hacerlo. Colocar una música más al estilo español en algunos momentos le hubiera dado mucha más propiedad a la historia, pero la música que tiene, más globalizada, funciona precisamente para que la película cause la misma impresión en España, en Latinoamericano y en los Estados Unidos. Al fin y al cabo es una película gringa que trata temas locales sin hacer de la película profundamente costumbrista como Coco, la última entrega de Pixar.

Olé, El viaje de Ferdinand no es la película que se va a ganar otro Óscar, es una película bonita, que los niños disfrutarán, que les puede enseñar sobre la amistad, la familia, la valentía y la tolerancia y que los papás encontrarán «aguantable» para ver con sus hijos sin morir del aburrimiento. Aunque, si usted es un amante de los animales, sin importar su edad, esta película le gustará.

 

Redacción

Daniela Reyes Angulo