Cinco sitios de Bogotá de los que tal vez usted ha oído hablar, pero no ha visitado

Antes de comenzar debo decirle, señor lector, que Bogotá tiene muchos sitios que, a mi consideración, usted debería visitar. Deje de lado, por un fin de semana, ir a los mismos lugares. Este artículo le mostrará una encantadora y muy divertida Bogotá, fuera de los sitios típicos. Por eso, aliste el Google Maps, lleve cámara y disfrute del paseo.

 

La piedra del amor en el barrio Diana Turbay

El grafiti siempre ha sido una expresión artística urbana que ha hecho un llamado a la reflexión dentro de la sociedad, pero en la carrera 1 con  calle 48 sur, en la localidad Rafael Uribe Uribe, el  arte popular converge de manera retórica en la zona.

El amor es el protagonista en este sector de Bogotá.  Allí, en una piedra inmensa, se encuentran talladas y “grafiteadas” declaraciones de afecto, propuestas de amor eterno y hasta corazones flechados que encierran nombres de muchas parejas de la capital, muy al estilo de la popular novela de los 90, “Yo amo a Paquita Gallego”.

Aunque este sector no solo es reconocido por plasmar el amor en una roca. Allí también se puede apreciar la belleza de la capital, en su mirador, que es el escenario perfecto para enamorar a aquella persona a la que usted le quiere regalar el cielo.

 

El sendero de la quebrada La Vieja

En este punto de la ciudad usted no creerá que está en Bogotá, pero sí. Aunque este sendero desde hace unos años se ha ido popularizando por parte deportistas y amantes de la naturaleza, aún este lugar cuenta con baja afluencia de peatones. Para llegar allí, usted solo tiene que ir a la calle 72 y ahí tomar la Circunvalar y pasar por el túnel que lo llevará directo a la puerta de la reserva.

El recorrido por el sendero de la quebrada La Vieja es impresionante, uno se olvida por un momento del estrés de la urbe y comienza a contemplar toda la variedad de árboles y musgo, así como una variedad incontable de árboles de eucalipto y de pinos.  Este recorrido tarda alrededor de una hora y media y al momento de llegar hasta la escultura de la Virgen, usted apreciará gran parte del paisajismo de la ciudad. ¿Qué espera? Aliste su ropa deportiva y lo más importante, unos buenos tenis y disfrute del paisaje.

 

Mercado de las pulgas de San Alejo

Ropa, accesorios, plantas, muebles, pinturas y hasta dulces típicos se encuentran en el mercado de San Alejo ubicado en el centro de la ciudad, por la carrera 7 con calle 24, un lugar lleno de tradición cultural en donde cada domingo y días festivos, los 330 locales se llenan de objetos valiosos desde hace más de 25 años.

Dentro de este mercado se encuentran en un lugar especial las antigüedades. En este sitio es común encontrar objetos de siglos pasados como baúles, vitrales, teléfonos, computadores, radios, televisores, muchos de estos utilizados para la decoración y la conservación. Por otro lado, los dulces típicos colombianos hacen parte de los manjares del paisaje. Conocer el mercado de las pulgas es una experiencia que usted no debe dejar de vivir.

 

Cementerio Central

Visitar el cementerio más antiguo de la ciudad es una experiencia interesante y a la vez escalofriante. Es un lugar en donde la muerte se alinea con la arquitectura y con los cuentos populares. Al entrar a este lugar, las personas más sensibles podrán experimentar grandes cambios en su humor, ya que las energías que yacen allí son tan fuertes, que logran tocar cada fibra de nuestro cuerpo.

Por otro lado, en el recorrido, usted puede aprender sobre la historia de nuestro país, ya que hay panteones dedicados a políticos y a próceres como Francisco de Paula Santander, Luis Carlos Galán, Alfonso López Pumarejo, entre otros, y a personajes como Julio Garavito o Carlos Pizarro Leongómez, que marcaron un hito en la historia de Colombia.

 

Barrió Bosque Izquierdo, toda una experiencia urbanística

Visitar el barrio Bosque Izquierdo es un deleite para los amantes de la arquitectura. Sus casas son de estilo francés y la gran mayoría cuenta con jardines y amplios ventanales. Esta urbanización fue construida por el arquitecto Karl Brunner, en el año de 1930, época en la que el presidente de la Republica, Enrique Olaya Herrera, configuraba nuevos cambios en la arquitectura de la capital.

Este barrio es el mejor ejemplo del aprovechamiento del espacio público ya que, al estar cerca a los cerros orientales y rodeado de naturaleza, Brunner dejó de lado la arquitectura española de la época y lo diseñó de forma triangular, en donde las manzanas irregulares, las curvas y las diagonales, adoptaron formas aleatorias. Es un lugar increíble.

Escrito por: Luis Vásquez