Tres Escapularios: El destino tiene un amuleto

Un guion escrito en el 2010, una película terminada en el 2014 y finalmente estrenada en el 2018. Tres Escapularios la última de Felipe Aljure.

Lorena (Karen Gaviria) y Nico (Mauricio Florez) dos guerrilleros tienen la misión de viajar a Cartagena y matar a una exmilitante que los ha traicionado. Es una misión difícil, pero ambos van protegidos con un escapulario que, más que ser una prenda religiosa, es el amuleto que marca el camino hasta su verdadera misión: un tercer escapulario.

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Es imposible hablar de Felipe Aljure sin acordarse de su primera obra La Gente de la Universal (1991) y es que para los que apreciamos el cine colombiano este director es un héroe, un tipo que dejó empeñada hasta la casa para hacer una película. Con Tres Escapularios no tuvo que recurrir a tal hazaña, pues fue la primera vez que le pagaron por hacer una película. Sin embargo, hay un sello Aljure que esta claro desde su primera película; personajes al filo del deber, la moral o la muerte y una cámara distinta. 

Lorena y Nico son personajes envueltos en un juego del destino que, a pesar de ser obvio, no resulta aburrido, pues los conflictos morales a los que están enfrentados los superan por mucho. Son personajes a los que no se les puede colocar un rotulo de bueno o malo, por lo que no se les puede juzgar y a los que al final se les da lo que merece. No lo que quieren, sino lo que les corresponde.

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Esta es una película más intima. La cámara es a veces una espía escondida detrás de las ramas captando momentos irrepetibles. Otras veces se hace notar y mira con picardía, mira anunciando la tragedia, mira con una intensión. Sin embargo, otras tantas veces es una cámara confusa porque se duplica y pierde el objetivo.

Aún así, Tres Escapularios es una de esas películas que confirman que existe una mirada especial para ver cine colombiano. Nuestro cine se ha creado sus propias reglas y debe verse en conciencia de ellas, solo así toma sentido.

Redacción
Daniela Reyes Angulo