Planear una matrimonio y poder realizar una fiesta como las de los cuentos de hadas, es el sueño de muchas parejas, pero, ¿ya revisaron sus bolsillos?
El día de la matrimonio debe ser el momento más mágico y, posiblemente, el más feliz de la pareja, pero en ocasiones la imaginación y los gustos sobrepasan el presupuesto y costear un evento de gran magnitud puede llegar a convertirse en un verdadero dolor de cabeza.
Gracias a la consultora financiera, María Piedad Valero, les traemos varias recomendaciones para que su boda sea un evento mágico, sin dejarlos en bancarrota
Aspectos para tener clara la planificación y la distribución del dinero
- Tener claro el tipo o estilo de boda que se quiere y luego sí organizar los preparativos.
- Una lista de invitados merece toda la atención. Esta se puede convertir en uno de los principales motivos para que el presupuesto previsto de la boda no se cumpla.
- Las flores, a su vez, merecen cuidado. Cuando se eligen flores escasas o variedades muy exóticas, se corre el riesgo de tener variaciones en el presupuesto a último minuto.
- Algo clave es ser honestos cuando se sienten a hablar sobre presupuesto. Sin una cifra aproximada en la cabeza, será muy probable que aparezcan gastos “excepcionales”y de última hora que los afectarán. Esto causará dos cosas: los novios salen a buscar dinero extra para cubrir los gastos pendientes, o tienen que empezar a restar de un lado para sumar a otro.
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- Comparar y contrastar. No siempre la primera opción es la mejor en términos de calidad-precio, así que vale la pena tener varias alternativas para elegir la mejor.
- Considerar la boda no solo como uno de los mejores acontecimientos en la vida de la pareja, sino también como un objetivo financiero que implica una planeación estratégica y una hoja de ruta adecuada para que el matrimonio soñado se haga realidad.
- Es importante apoyarse en expertos financieros y wedding planners entrenados en la materia que trabajen de la mano con los novios, para que establezcan un camino a seguir acorde con las posibilidades reales y las expectativas por cumplir. Si no tienes la oportunidad de contratar a esas personas, apóyate en tus familiares de confianza.
Si crees que no alcanzarás a reunir el dinero que necesitas para cubrir todos los gastos esenciales de tu boda, la primera opción que debes contemplar no es el endeudamiento, es reprogramar su fecha.
