Decidimos enfrentar, cara a cara, a seis comediantes colombianos para que nos contarán lo que más recordaban de su paso por la amada época del colegio.
Aquí está el angelito de Julio Escallón
“En Halloween decidí irme al colegio disfrazado de ángel, porque creí que me iba a ver muy bonito, por mis características físicas. Estuve toda la noche haciendo unas alas preciosas y el arito. En efecto, quedé muy bonito, pero cuando llegué al bus, no cupe, porque las alas eran muy grandes. Me tocó coger otro tipo de transporte, por lo que llegué tarde. Ya todo el mundo estaba en clase. Cuando aparecí en la colina, todo el mundo me vio bajar, y ver esa imagen de un ángel saludando, fue de esos momentos religiosos para todos. Cuando entré al salón, me tuvieron que desocupar la parte de atrás para que yo cupiera”.
