Escoger entre el amor de la vida y todo el dinero del mundo, será la decisión que el millonario Leonardo Montenegro tendrá que tomar, y el motivo de su duda: la pobre repartidora de pizzas Kate Sullivan.

Amor a la deriva es el remake de la película de 1987 con el mismo nombre en inglés Overboard, que según los rumores al principio iba a ser protagonizada por Jennifer López y Will Smith, pero que resultó ser para Eugenio Derbez y Anna Farris. Una comedia romántica que con todos sus clichés y chick flicks logra el cometido de su género; demostrar que la vida tiene sentido cuando hay amor.

Leonardo, un mexicano millonario, inmaduro y caprichoso, tras recibir un golpe en la cabeza lo deja amnésico, termina viviendo una vida que no es la suya al lado de Kate y sus tres hijas. Al principio todo es parte de un plan que le enseñará a Leonardo lo que es vivir una vida con recursos limitados, pero luego las cosas entre Kate, sus hijas y Leo empiezan a funcionar como una familia.

A pesar de ser una película predecible y a veces demasiado dulce, se sale del típico    rom-com gringo al darle un tono más latino. La presencia de un elenco mexicano (Eva Longoria, Jesús Ochoa) y algo del dramatismo de telenovela enriquece la narrativa con ese aire cómico que está presente en las películas de Derbez, el cual funciona pero que al mismo tiempo está sumamente estereotipado.

Derbez no tiene nada nuevo que ofrecer en su actuación. Leonardo Montenegro es una mezcla entre Máximo de Cómo ser un latin lover y Valentín de No se aceptan devoluciones; el mismo personaje tonto, inmaduro y caprichoso que increíblemente funciona y le gusta al público. En esta oportunidad, por lo menos hay un personaje que logra una transformación completa, lo que la pone un escalón arriba de latin lover, pero no alcanza la emocionalidad lograda en su primera película. Farris funciona como coprotagonista. Su papel cumple exitosamente con su intención; compasión por su situación, el odio hacia Leonardo y posteriormente el cariño por hacía él.

La nueva apuesta del director Robert J. Greenberg (conocido por tener la dirección de la serie Cómo conocí a tu madre) y del mismo Derbez como productor es una película divertida, simple, incluso conmovedora. Si usted se relaja, compra palomitas y entra al cine sin prejuicios ni grandes pretensiones esta lo hará pasar un buen rato. Amor a la deriva está en las carteleras colombianas desde el 28 de junio. 

Redacción:
Daniela Reyes Angulo