Su voz, sus letras y su interpretación, quedarán tatuados en los corazones de aquellas personas que pudieron gozar; gozar de las canciones de Darío Gómez.
Maestro Darío Gómez, desde MásQver le queremos dar las gracias por ser parte de nuestras vidas, por ayudarnos en el despecho y en el amor, porque en cada una de sus letras encontrábamos respuesta y un alivio para el alma.
Darío de Jesús Gómez Zapata nació en Los Cedros, vereda de San Jerónimo, Antioquia, el 6 de febrero de 1951. Su abuelo materno le regaló un tiple que hizo que, desde muy pequeño, se despertará su inquietud por la música, y fue así como, a sus 16 años, compuso su primera canción, ‘Casita vieja’.
“Por qué tenías que ser tan tirana, tirana, ya no más,
mi pobre corazón ya no te aguanta más”.
‘Nadie es eterno’ es uno de los temas de mayor reconocimiento en su carrera, y fue inspirado en una conversación con su cuñado, en una visita a su natal San Jerónimo. Le recordaba, aquel familiar, que debajo de la cantina donde se encontraban quedaba antes un viejo cementerio, del cual ya no existía “ni la tumba ni la cruz”. Así surgió ese megaéxito que partió en dos la historia de la música popular en Colombia.
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La voz y la obra de Darío Gómez son el referente mayor en la evolución de la música cantinera y carrilera, que gracias a su aporte, empieza a ser conocida como ‘música de despecho’.
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Durante sus mejores años de carrera, su éxito musical traspasó fronteras, y fue el primer artista de música popular en llegar a territorios fuera de Colombia, pues sus canciones resonaron en Panamá, Aruba, Curazao, Bahamas, Estados Unidos, y hasta en Europa hizo presencia, en uno de los principales teatros de Paris.
“Y viviré, porque otro amor llegó con fuerza para amar
y en mi anhelo de vivir, tengo mucho que entregar, lo has de saber
que no haces falta, sin ti, sobreviviré…”.
Su familia tomó estas páginas de MásQver para seguir recordando a su padre y abuelo
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Cata Gómez, hija
La familia Gómez Arcila, agradece por todo el acompañamiento y el apoyo; por los homenajes, realizados con el corazón y con amor, a mi padre. Doy gracias a Dios por la fuerza y la tenacidad que le han dado a mi madre, Olga Lucia, por su proactividad, aun en estos duros momentos, por pensar en todo y en todos, por, preguntarnos, aún con su dolor, hasta lo más mínimo: si cenamos, si dormimos, cómo estamos…
Ella, esta gran señora, mano derecha de mi padre, fue el real amor de su vida, él me lo repetía todo el tiempo, me decía que jamás se iba a separar de ella, una mujer admirable, y quien nos ha dado fuerzas. Incluso sé que Dios, y mi padre, que hoy está a su lado, también nos están dando la fortaleza necesaria desde nuestro hermoso cielo.
Es difícil saber que ya no está su cuerpo, que ya no habrá una respuesta de él en mi celular, que ya no lo veré llegar para salir a trabajar, para hacer proyectos que teníamos, tantas cosas… Pero entiendo que llegó su tiempo, que Dios lo llamó. Solo ruego a Dios que cuando sea mi momento, me deje estar a su lado, abrazarlo unas mil veces más, y decirle cuánto lo he extrañado. Lo único que pido a Dios es que cuide de mí, y de toda mi familia, y que tenga a mi padre en su eterna gloria, en su luz divina y en su eterno descanso. Te amo papá.
Kelly Johana, hija
Papá, los deseos de Dios son tan difíciles de entender, nosotros quedamos en este mundo tan triste y difícil, pero bonito a la vez. Nos toca cerrar los ojos con el vacío y la ausencia de uno de los seres más importantes de nuestra vida, que fuiste tú, pero sabiendo que la tranquilidad que te podemos dar es poner de nuestra parte, sacando fuerzas de donde no las tenemos, para llevar una vida feliz.
También cumpliendo con nuestros propósitos, como un día lo hablamos. Que tocar fondo, con esta situación, sea el comienzo de una nueva persona, para visualizarme como tú me querías ver: amada, respetada, valorada y muchas cosas bonitas más. También recuerdo lo que soñabas para mí, y que el mejor regalo que te podía dar era ser feliz y triunfar.
Te amo y te seguiré amando. Solo quiero que estés donde mereces estar, descansando en paz, en la gloria de Dios, y muy feliz.
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Valentina, nieta
Una vez más, abuelito lindo, te escribo para reconocer todos tus logros y todos tus buenos actos. Te escribo desde aquí, y espero que se escuche hasta el cielo, para demostrarte la admiración tan grande que te tengo. Me enorgulleces, abuelo, fuiste un ser bueno, humilde, amoroso, respetable, honorable, indescriptible…
Dejas un vacío gigante en todos nosotros, no te imaginas la falta tan grande que me haces. Me hace falta ese abuelo chistoso, que me apoyaba, a pesar de todo; que me hacía soñar en grande, que me daba el mejor ejemplo y me hacía ver la vida de una manera tan diferente y tan bonita.
Te amo hasta el cielo, en donde estás, porque estoy segura de que entraste al reino de los cielos, homenajeado con trompetas, violines y guitarras.
Mariana, nieta
‘Abue’, quisiera escribirte mil cartas, mil palabras, y decirte mil cosas; que todo lo que yo te escriba lo escuches allá, en el cielo, donde sé que estás feliz. Tantos momentos que viví contigo, quedaran en mi mente y en mi corazón para toda la vida. Gracias por haberme escogido como tu nieta, gracias por haberme hecho una niña tan feliz.
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Se me hace difícil de comprender el por qué ya no estás aquí, en este plano terrenal, pero sé que todos los planes de Dios son perfectos. Se me hace difícil no volver a verte, no volver a sentirte, no volver a escucharte, no volver a sentir tu dulzura y tu abrazo, pero te siento conmigo todo el tiempo, siento tu alma acompañándome a cada instante y en cada paso. Te amo hasta el cielo y más allá.
“Cuando ustedes me estén despidiendo
con el último adiós de este mundo
no me llores, que nadie es eterno
nadie vuelve del sueño profundo”.
Curiosidades del ‘Rey del despecho’
- Antes de ser compositor y cantante, Darío fue mecánico, obrero y recogedor de café.
- Su carrera artística le brindó más de seis millones de discos vendidos en los mercados nacionales e internacionales.
- Cuando era pequeño quería ser astrónomo, pero, por la escasez de recursos, no pudo hacer su sueño realidad.
- Uno de sus pasatiempos favoritos era llenar crucigramas y sopas de letras.
- Tenía más de 70 trajes intactos para sus presentaciones.
El fallecimiento de Darío de Jesús Gómez Zapata, conocido como el ‘Rey del despecho’, se confirmó el pasado 26 de julio.
