Estamos acostumbrados a que cuando se habla de reality vienen oportunidades  para salir del anonimato.  Se ven realities para cantantes, para cocineros, para  modelos, para actores, para comediantes, pero nunca se había hecho una convocatoria  abierta para elegir presentadores audiovisuales. Los presentadores, generalmente,  llegan a los medios de comunicación de dos maneras: bien por una carrera que los respalda o por un golpe de suerte y una palanca. En mi carrera he formado a muchas presentadoras y presentadores que han logrado posicionarse como los  mejores del país y, también, a nivel internacional.

Siempre he pensado que lo único que da la calidad a un presentador es su tiempo al aire, pues es ahí en donde se va puliendo. Por eso, esos talleres de corta duración siempre me han parecido un abuso por parte de comunicadores reconocidos que buscan dinero extra, a costa de los sueños de unos jóvenes que  quieren llegar a desarrollar ese rol.

De repente, se me ocurrió hacer un reality para presentadores; me alié con una institución educativa para lograr un verdadero pénsum que diera las horas suficientes para otorgar un diploma y, lo mejor, sin ningún costo, sólo se requerían el interés y el talento.

A la convocatoria digital, en la que se pidió un video, llegaron más de 600 aspirantes. De ahí se eligieron 40 que recibieron clases de  voz, producción, teorías de la comunicación y presentación, por cerca de dos meses.

Aquí, en la academia, se ha puesto a prueba su nivel y su verdadero interés en aprender. Luego de las clases se promediaron sus calificaciones y se seleccionó un grupo de 15 jóvenes con todo el talento para conquistar los nuevos medios digitales.

La competencia está al aire y dará como resultado un buen grupo con nuevo nivel de comunicadores digitales, que serán los encargados de convertirse en las nuevas  figuras de la presentación para los tiempos de cambio que se avecinan.

Presentar va más allá de tener una cara bonita o una voz melodiosa, es lograr encontrar un estilo que marque la diferencia para poder decir: ¡YO SOY PRESENTADOR!

Escrito por: Sergio Barbosa